Jericoacoara – Brasil

En el nordesde de Brasil, a 317 kilómetros de Fortaleza en el Estado de Ceará se encuentra Jericoacoara, elegida como una de las diez playas mas bellas del mundo, es un santuario ecológico, que por su difícil acceso mantiene el encanto de lo virgen y lo intocado.Desde 1984 es un área de protección ambiental, donde sus atractivos naturales son conservados celosamente y algunos casi inexplorados. Hasta entonces era una pequeña aldea de pescadores perdida entre dunas inmensas que formaban un verdadero desierto junto al mar, aislada del resto del mundo, hasta que el turismo la descubrió y su fama no conoció fronteras.

Saliendo desde Fortaleza, se viaja en autobús hasta Gijoca. Restan solo 28 kilómetros hasta Jericoacoara, y estas potentes «jardineras» son el único medio para atravesar un camino de tierra que en pocas horas puede quedar cubierto por una duna que habrá que sortear para llegar a destino.

Para tener una idea de lo que significa esta playa, un dato revelador es que recién en el año 2003 el pueblo comenzó a tener luz eléctrica. Hoy existe una red eléctrica subterránea que alimenta las casas, sin postes de iluminación, para preservar la luz natural que proviene de la luna y de las estrellas.

En Jericoacoara no hay hoteles de lujo, ni mucho menos un shopping. Las únicas construcciones que se han hecho durante décadas fueron unas 40 posadas y pequeños hoteles de estilo rústico, que hoy son la base de la economía del pueblo La playa de Jericoacoara es más bien pequeña, al pie de una duna gigantesca que forma una media luna. Durante cada puesta de sol, prácticamente todos los visitantes del pueblo suben hasta lo alto de la gran duna, que sorprende con sus 60 metros de altura, en una suerte de ritual para observar la puesta del sol. La vida nocturna agitada: durante la noche los barcitos y pubs se pueblan con un ambiente bohemio y relajado donde se baila el tradicional forró.

Escenarios tan diferentes entre si que es difícil creer que estén tan próximos: playas de ensenadas con mar calmo, playas de océano con olas, playas rocosas y cavernas. Jeri ofrece muchas actividades como windsurf, sandboard (surf en la arena), paseos a caballo, andar en buggy por las dunas o caminar. Entre sus atracciones mas famosas esta la Piedra Furada, un arco de piedra enorme esculpido por la acción erosiva de las olas. La Praia Malhada muy procurada para surf y windsurf por sus olas es también uno de los lugares donde se practica nudismo y topless. Otro destino, Lagoa do Paraíso, hacia el sur es una enorme laguna de agua dulce con aguas transparentes cercada por dunas. Luego no queda mucho para hacer, salvo recostarse en las hamacas colgadas entre dos palos clavados dentro del agua, y dejar fluir el tiempo

Jericoacoara fue considerada una de las diez playas más exuberantes del planeta, entonces, preocupaciones deben ser dejadas de lado, dando importancia principalmente a lo que la naturaleza creo durante muchos años para su bel placer.

No hay dudas que la belleza de Jeri es muy diversa, no es por casualidad que los paseos de buggy son los más buscados por el turista. Lagunas inmersas entre enormes dunas, playas vírgenes, esculturas naturales en las rocas del Serrote rodean esta mágica villa.

No olvide: Jericoacoara se encuentra dentro de un Parque Nacional donde la ecología tiene un significado muy valioso entre los moradores.